¿Qué tipos de anticongelante existen?
Al anticongelante se le añade un colorante para que tenga un color específico, que nos dice el tipo de líquido que estamos utilizando y qué propiedades aporta al motor. Sin embargo, cada fabricante utiliza sus propios colores sin que haya una unanimidad de criterios que nos ayude a identificarlos.
Dependiendo de la temperatura de congelación y del punto de ebullición que alcance, estaremos ante un tipo de anticongelante u otro. Esas temperaturas dependen de los etilenglicoles, los alcoholes que llevan utilizándose casi 100 años en el líquido refrigerante: dependiendo del grado de pureza que se utilice en los etilenglicoles, el anticongelante podrá soportar más o menos las temperaturas extremas.
10 por ciento de etilenglicoles: se puede usar entre -4ºC y 102ºC
25 por ciento de etilenglicoles: se puede usar entre -12ºC y 103ºC
50 por ciento de etilenglicoles: se puede usar entre -37ºC y 108ºC
Además, los anticongelantes se pueden diferenciar entre orgánicos, inorgánicos e híbridos:
Orgánicos: duran mucho más, alcanzan temperaturas de congelación más bajas, protegen todos los elementos del motor de la corrosión (incluidos plásticos y aluminios) y es más ecológico.
Inorgánicos: no son tan completos como los orgánicos: duran menos, se congelan antes y no protegen todos los materiales que componen el motor.
Híbridos: apenas se usa en algunos modelos y sus propiedades son una mezcla de las de orgánicos e inorgánicos.
¿Qué anticongelante debemos elegir para nuestro coche?
A la hora de elegir el mejor anticongelante para nuestro vehículo, tenemos que tener algunos factores importantes que el líquido refrigerante debe tener:
Baja temperatura de congelación, sobre todo si vivimos en zonas de montaña o de mucho frío. Al mismo tiempo, la temperatura de ebullición debe ser alta para que el refrigerante conserve todas sus propiedades
Una viscosidad baja para que se transmita con facilidad por el motor
Propiedades anticorrosivas para cuidar los elementos del motor
Propiedades antiincrustantes para que no se acumule la cal
Propiedades anticavitación para que no se forme espuma que podría taponar el circuito
Es importante dar a nuestro coche productos de calidad, ya que de eso dependerá que el motor funcione correctamente.
¿Cada cuánto tiempo debemos cambiar el anticongelante?
El líquido refrigerante, como sucede con el aceite, hay que cambiarlo cada cierto tiempo o cada determinado número de kilómetros para que transmita todas sus propiedades al motor. Lo ideal es hacerlo cada dos años como máximo o bien cada 40.000 kilómetros, si somos personas que circulamos periódicamente con el coche.
En caso de no hacerlo corremos el riesgo de que el líquido no conserve todas sus propiedades, dado que está compuesto por agua, colorantes, antioxidantes, anticorrosivos y un tanto por ciento de etilenglicol que varía de unos a otros. Todos esos componentes hacen que, junto a los conservantes, el líquido refrigerante alcance la duración recomendada.
Esa cifra de 40.000 kilómetros o dos años se aplica sobre todo a los anticongelantes orgánicos, ya que los inorgánicos tienen menos durabilidad. Sin embargo, es importante revisar los niveles del líquido refrigerante cada año; aprovechar la revisión anual del coche es un buen momento para que los técnicos de mantenimiento puedan comprobar que aún queda un nivel suficiente y que, además, está en buen estado y no hay suciedad, restos sólidos, calcáreos, etc.
El anticongelante es uno de los elementos más importantes de cuantos componen el líquido refrigerante y tenerlo controlado es indispensable para mantener en perfecto estado el motor de nuestro coche. Si cuidas tu vehículo y llevas un mantenimiento mínimo por ti mismo o con profesionales de la mecánica, no tendrás que preocuparte.