José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, habla en entrevista con Expansión sobre cinco temas que preocupan a la industria automotriz.
1. Cadena de suministro
El regreso de Chihuahua al semáforo rojo prendió nuevamente las alertas de las plantas de vehículos en Norteamérica que dependen del suministro de componentes producidos en la entidad. En la capital del estado, por ejemplo, está una planta de Ford que abastece de motorizaciones a gasolina y diésel a varios complejos de Estados Unidos. A lo largo de la frontera también se extiende un cinturón maquilador que abastece de piezas a otros proveedores nivel 1, o Tier 1, o directamente a las plantas armadoras de la región. Arneses, cubiertas de asientos y componentes electrónicos, cruzan diariamente la frontera con destino a fábricas de Estados Unidos.
Tras el regreso al semáforo rojo, las plantas de autopartes tienen permiso de operar de lunes a viernes, al 60% de su capacidad instalada. Los organismo gremiales han tratado de negociar con la entidad que las plantas puedan abrir también los sábados y operar al 80% de su capacidad.
Para evitar afectaciones graves a la cadena de suministro regional, Zozaya explica que los fabricantes de vehículos han hablado con el gobierno de Chihuahua sobre una certificación que permita a las empresas que operan en la entidad incrementar su producción.
2. Bloqueos en tren y saturación en puertos
La distribución de los componentes y los vehículos también se ha convertido en un reto para el sector en México. Los bloqueos en las vías de ferrocarril en Michoacán han ocasionado cuellos de botella no solo en la terminal portuaria de Lázaro Cárdenas, por donde llegan y salen modelos y componentes de Asia.
“Recientemente hubo un caso de un barco que, ante la saturación de Lázaro Cárdenas, tuvo que bajar al canal de Panamá y volver a subir para descargar en otro puerto”, dijo Zozaya, quien dijo que este tipo de movimientos están incrementando los costos y los tiempos logísticos del sector.
El bloqueo en algunos puntos de Michoacán, dice Zozaya, ya lleva más de 50 días. “Esto es muy crítico en esta temporada, que es la de mayores ventas, porque se está bloqueando la entrega eficiente de vehículos nuevos, tanto a nivel local como en el mercado de exportación”, dijo Zozaya.
Además, dice, se incrementan los riesgos de vandalismo. “Cuando no puedes mover los trenes es cuando están más vulnerables para ser vandalizados”.
3. Seguridad
México exporta 80% de los vehículos que produce, y la mayor parte de esto lo mueve vía ferrocarril hacia los puertos de Veracruz, Lázaro Cárdenas y Altamira, principalmente, desde donde se envía a Europa, Asia, Estados Unidos y el resto de América, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
El puerto de Veracruz es el que mueve la mayor parte de los vehículos, alrededor del 60% de los producidos en México. Y la mayor parte de las unidades llegan allí a través del tren. Pero el movimiento de vehículos y autopartes desde las plantas hasta los puertos enfrenta algunos retos de seguridad.
Este ha sido un tema que afecta al sector desde hace años. En 2018, por ejemplo, el tramo de ferrocarril que conecta el centro del país con Veracruz se volvió un dolor de cabeza para los fabricantes de vehículos. El vandalismo que sufren los trenes en este tramo ha generó pérdidas por 100 millones de pesos en solo dos meses, según datos de la AMIA divulgados entonces.
“Tenemos que lograr que se incremente la seguridad en nuestro país: evitar robos y vandalismo”, dijo Zozaya.
4. Outsourcing
La iniciativa del gobierno mexicano para modificar el sistema de subcontratación (outsourcing), que busca “poner orden” a la subcontratación laboral que se calcula afecta al menos a 4 millones de trabajadores, es otro tema que preocupa al sector.
La norma busca regular tres figuras: la subcontratación de personal, los servicios especializados y obras especializadas, y las agencias de colocación. Para las empresas que incumplan, habrá sanciones.
“Nosotros estamos a favor de que se castigue la evasión fiscal cuando haya, con lo que no estamos de acuerdo es que se califique como todos parejos”, dijo Zozaya. “El sector automotriz se caracteriza por actuar bajo la legalidad y no usamos el tema de outsourcing para no pagar el reparto de utilidades sino para no tener bajo la [nómina de la] empresa a un determinado número de empleados que no son core y que pueden afectar la competitividad en números, por ejemplo, el personal de limpieza”, añade.
Para el sector, la opción es mantener el outsourcing legal. “Tal y como está”, dice Zozaya. Y más bien establecer mecanismos de vigilancia para que el gobierno pueda supervisar a las empresas que lo proveen. “No se debe satanizar el término outsourcing, sino la evasión fiscal”, añade.
5. Nueva política fiscal
La nueva postura que ha tomado el gobierno respecto al cobro de impuestos también preocupa al sector automotriz. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha requerido el pago de impuestos atrasados a las grandes empresas e, incluso, ha habido algunas amenazas de cierre en las plantas debido a esto.
A principios de octubre, las autoridades municipales de San José Chiapa solicitaron el pago retroactivo de unos 90 millones de pesos (4.26 millones de dólares) por adeudos en el impuesto local sobre la propiedad y por consumo de agua.
“El sector automotriz cree que el pagar impuestos es sano, siempre y cuando sea un impuesto balanceado y que corresponda a lo que el gobierno regresa a cambio, como seguridad e infraestructura”, dijo Zozaya.
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